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Los Mejores Consejos para Cuidar la Vista de los Niños y Fomentar Hábitos Saludables

Los Mejores Consejos para Cuidar la Vista de los Niños y Fomentar Hábitos Saludables

Durante la infancia es el tiempo ideal para establecer hábitos. Por eso te proponemos 6 hábitos que debes fomentar en los niños:

1. Proteger sus ojos. Ya sea la luz ultravioleta del sol, unas tijeras o un rastrillo, el entorno de los niños puede ser peligroso. Para esos momentos en que los pequeños están expuestos al sol como los días de ir al club deportivo, los fines de semana de fiestas infantiles, los días de alberca, etcétera, es importante que ellos cuenten con unos lentes de sol de calidad que bloqueen el 100% de los rayos ultravioleta. Debido a que el cristalino de sus ojos es más claro que el de los adultos, entonces los ojos de los niños son más vulnerables al daño solar. Enseña a tus pequeños a no mirar el sol directo, incluso aunque traigan puestos lentes de sol.

2. Comer todos los colores del arcoíris. Hay que incluir en su dieta una variedad de frutas y verduras coloridas como los siguientes ejemplos:

  • Alimentos verdes : verduras de hoja verde oscuro como espinaca, albaca y acelgas, así como brócoli, calabaza, manzana, perejil, kiwi y pimiento.
  • Alimentos rojos: fresas
  • Alimentos anaranjados : zanahoria, mandarina, naranja, toronja, papaya y salmón.
  • Alimentos amarillos: plátano, piña, mangos y limas.
  • Alimentos morados: moras ayudan a proteger los ojos contra los radicales libres y son excelentes fuentes de vitamina C.

3. Correcta higiene de manos. El lavado regular de las manos reduce la cantidad de gérmenes que pueden llegar a nuestro cuerpo de diferentes formas. Los niños especialmente exploran y tocan más de lo que un adulto puede hacer, entonces la exposición de llevar dichos gérmenes a sus ojos es mayor. Acostumbra a tus pequeños a lavarse las manos cada que lleguen a casa de la escuela o parque, después de ir al baño y antes de comer. Es muy importante que no se froten los ojos aunque las manos estén limpias.

4. Limitar el tiempo que pasan frente a las pantallas. Aunque no hay una regla universal para este tiempo es recomendable que antes de los 2 años los pequeños no se acostumbren a las pantallas. De 2-5 años limitar el tiempo a 1 hora preferentemente con contenido educativo y en supervisión de los papás. De 6-11 años se puede extender a 2 horas con contenido recreativo siempre y cuando no interfiera con actividades escolares o extraescolares. Es recomendable que desde niños estén conscientes de que la vista hay que descansarla haciéndolos practicar la regla 20-20-20. Esta consiste en cada 20 minutos, fijar la vista en un objeto que esté a 20 centímetros y detener la vista ahí por 20 segundos.

5. Tiempo controlado bajo el sol. Las investigaciones han demostrado que los niños que pasan menos tiempo al sol son más susceptibles a sufrir miopía. La explicación a esto es que la exposición a la luz natural brillante al aire libre estimula la liberación de dopamina en la retina lo que ayuda a regular el crecimiento axial del ojo. También, cuando los niños están al aire libre, tienen a enfocar su visión a distancias lejanas (totalmente lo opuesto a cuando están en pantallas) y esto hace que se reduzca el estrés de enfoque cercano.

Idealmente los niños deben estar en actividades al aire libre 2 horas al día usando bloqueador solar, gorra de preferencia y lentes con protector para rayos ultravioleta.

6. Exámenes periódicos de la vista. En la etapa infantil, los ojos pueden sufrir varios cambios por el propio desarrollo. En ocasiones, las maestras observan que ciertos alumnos tienen dificultades para leer lo que está lejano, o como padres, en casa algunas veces detectamos esto. De manera preventiva es importante tener monitoreada la salud visual yendo al oftalmólogo.

 

Por último proponemos algo que no es un hábito que tengamos que trabajar en los niños sino en nosotros como cuidadores de los niños. Hay que evitar que nuestros hijos estén en contacto con el humo del cigarro ya que  el humo del cigarrillo directo en la superficie de los ojos provoca el síndrome del ojo seco.

Los hábitos bien aprendidos desde la infancia suelen permanecer a lo largo de nuestra vida, así que si estos hábitos son bien establecidos en nuestros hijos podemos tener la seguridad que ellos cuidarán de su vista todo el tiempo.

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